• This is Slide 1 Title

    This is slide 1 description. Go to Edit HTML and replace these sentences with your own words. This is a Blogger template by Lasantha - PremiumBloggerTemplates.com...

  • This is Slide 2 Title

    This is slide 2 description. Go to Edit HTML and replace these sentences with your own words. This is a Blogger template by Lasantha - PremiumBloggerTemplates.com...

  • This is Slide 3 Title

    This is slide 3 description. Go to Edit HTML and replace these sentences with your own words. This is a Blogger template by Lasantha - PremiumBloggerTemplates.com...

domingo, 5 de enero de 2025

Osvaldo Gario, El Sodero

Homenaje a Osvaldo gario “El sodero de toda una vida”


Transcripción de la nota del sábado 12 de julio de 2008, periódico El Informante. Personas y Personajes. 42° entrega. Por Lorena Morichi.


Nuestro personaje de hoy lleva más de 50 años en su “profesión”, por así llamarlo. Ya anda poco por las calles, pero todavía se saca las ganas de estar en contacto con la gente repartiendo a dos o tres clientes de siempre. Y aunque le pasó la posta a su hijo Rubén, quién sigue llevando a los hogares galvenses la tradicional soda 0-5, Osvaldo Gario señala que “la soda la hago yo”, dando cuenta de lo mucho que le significa seguir en el trabajo que lo movilizó casi toda su vida.


Me recibió en su casa, y entre mates y junto a su esposa, comenzó a desgranar su vida. Y cuenta que nació en el campo yendo hasta cuarto grado en la Escuela N° 290. “Cuando nos vinimos al pueblo, en el año 45 -- acota con orgullo -- tuve que trabajar y fui a la escuela nocturna, donde hice dactilografía y me recibí con el maestro Hugo Arozena…” 


De adolescente trabajaría en la fábrica de juguetes de Piccoli y Ambrosini, y también como verdulero con los hermanos Borghi, y de su labor allí recordó dos graciosas anécdotas: “Una vez, uno de mis patrones se levantó y encontró el carrito que había traído lleno de papas del mercado vacío. “Me las robaron”, me dijo preocupado y yo me empecé a reír: “Ya las descargué”, le respondí mientras él me miraba asombrado y pensando cómo había hecho solo y con 15 años para bajar las 70 bolsas…En otra ocasión, Nelo Botta fue y eligió la fruta para el hotel y como el pedido era muy pesado, se lo lleve en el carro. Cuando llegué, su mamá doña Cata me frenó, miro el pedido y me dijo: “A veeeeer… Nooooo, llévate la porquería que trajiste ahí”. De regreso encontré a Nelo en el camino y le dije que la mamá me había hecho volver, y él me respondió: “Anda y metete por donde estacionan los autos, que ahí la vieja no entra” así que le dejé la misma mercadería y no hubo ni un problema.”

Cuando Osvaldo terminó la escuela, ya tenía casi 18, y enseguida marcho a hacer el servicio militar. “De esos seis meses quedó una amistad tan grande con los compañeros de clase que, después de cumplir todos 50 años, comenzamos a reunirnos a recordar aquellos tiempos. Junto a José Burini de Gálvez estuvimos en Concordia donde hicimos el servicio, comimos en el cuartel con los soldados, vimos las camas donde habíamos dormido… Cada vez, por muerte o enfermedad, quedamos menos, pero nos seguimos juntando cuando podemos”…


A su regreso Gario comenzaría a escribir su historia como sodero. “Comencé a trabajar en la fábrica de Sierra, que estaba ubicada en Sarmiento y España, el 17 de noviembre de 1952, como repartidor. Allí sacaba el hielo de la fábrica y lo apilaba en las cámaras para venderlo, o revisaba los huevos y un día estaba yo en eso cuando se reventó un sifón y le sacó un ojo a Ornella, quien necesitó un reemplazo.” Ahí fue que nuestro personaje empezó a repartir. “Estuve 7 años trabajando allí, luego los hermanos se separaron y Eladio Sierra, que se había quedado con la sodería, la puso en venta, y quien mejor que nosotros... Bertomeo (mi compañero de trabajo) y yo... para comprársela.


Lo encaramos y nadie creía que nos la iba a vender, sin embargo nos la financió y nos quedamos con ella. Después, viendo el trabajo que había, se nos querían agregar más socios, pero nosotros, porfiados, preferimos gente que trabaje y no que se sentara al lado a dirigir.” El trabajo de sodero, por aquel entonces, no era fácil. Hoy tampoco, pero en aquella época los cajones eran muy pesados, con sifones de vidrio en cajones de madera de 6, o si no, por docena de 3/4 litro. “Todo se llevaba a hombro” asegura Osvaldo, y el reparto lo hacíamos “en carro tirado por cuatro caballos que íbamos a buscar a un lote que quedaba a siete cuadras de distancia. La soda se fabricaba con una máquina que casi hacía mejor soda que la de ahora y era importada de Alemania, producía mucho… Llegamos a vender 194 cajones diarios, aparte de la cerveza y el vino.”


Cuando en el ´59 Gario y su socio Bertomeo se hicieron cargo de la sodería de Sierra, se mudaron al local donde aún permanece la tradicional firma.


“Antes allí era el club Alberdi y don Carlos Pagani nos vendió el local en $40.000, que pagamos en poco tiempo. A Sierra, en cambio, le terminamos de pagar en cinco o seis años.”  


Pero con una empresa floreciente, no todas fueron buenas. “Yo salía siempre a la calle, del ´59 al ´72, pero luego me quedé en el negocio porque nos separamos con Bertomeo, que se fue de Gálvez… Le dejé la mitad de lo que teníamos, y él nos dejó las deudas, además de las que contraje por dar garantías. La confianza para con amigos o compañeros de trabajo hicieron que me endeudara y pasara malos tiempos, pero hace poco terminamos de pagar todo.”


Sin embargo, el cariño que se ganó de la gente borra todos los malos recuerdos. “Los clientes me mandan saludos hasta el día de hoy, me piden que los vaya a visitar, había mucha confianza por entonces y los repartidores éramos como uno más de la familia, en muchas casas no en todas. Las clientas recién levantadas, me recibían hasta en desabillé (se ríe)… todavía Titita Stronk para siempre en la calle a mi mujer y le dice: ¿De quién es Osvaldo? -- suyo --, le dice mi señora y juntas se ríen.”


Hoy, nuestro personaje sigue yendo a su negocio, aquel que le costó con tanto sacrificio mantener. “Esto fue trabajar y trabajar, y las metidas de pata no las cuento, porque dice mucho pero me quedó poco” se lamenta. Pero le digo que no todo en el mundo es el dinero, que lo mejor es el buen recuerdo que de él tiene la gente. Y nos despedimos: Yo me vuelvo sobre mis pasos a escribir sobre su vida, y él marcha a comer a la sodería, su lugar de reunión de familia y amigos.


Agregamos algunas fotos a las existentes en la nota original.


Foto tomada por Osvaldo Gario en sus comienzos como comerciante. De derecha a izquierda: Bertomeo, Mico López (peón de patio), José Donadello (empleado) y familiares. Atrás se divisa el carro con el que repartían. El niñito es Ruben Gario, quien hoy continúa con el negocio de su padre.


Jardinera de reparto de bebidas de la firma Bertomeo y Gario. De izq. a derecha: Donadello, Bertero, Gario y nn. 1959



Sifones de vidrio y con protección de aluminio.



Colección de sifones de Gario.



Osvaldo Gario, sodero.



Osvaldo Gario y señora.



Juan Carlos Ceci, Eduardo y Bruno Gario.



Rubén Gario, hijo de Osvaldo, actual dueño de la firma junto a su hijo Sebastián.



Reunión de amigos en la sodería.



Bebida Ponche Castillo

Etchegaray, Antola & Compañía

Relato de Jorgelina Pautasso.


En las primeras décadas del siglo XX llegaba a Gálvez desde Capital Federal, el Contador Bartolomé Antola, buscando horizontes nuevos para desarrollar su actividad. Conoce a Ida Dubini, con la que contrae enlace, y establecen su domicilio en la calle Lisandro de la Torre de Gálvez.


Conforman con otros comerciantes la sociedad “Etchegaray, Antola & Compañía” e instalan un Almacén de Ramos Generales en calle Belgrano 532, (donde hoy hay un supermercado). Era un negocio enorme, donde comercializaban gran variedad de alimentos, bebidas, artículos de cuidado personal, materiales de construcción, semillas... Sus clientes eran los pobladores de Gálvez y los campesinos de las estancias de las cercanías. 


En el interés de captar la atención de sus clientes  preparaban con cuidado sus vidrieras; cierta vez les enviaron por ferrocarril un puma y lo expusieron allí, provocando una gran sensación. 


Sólo puedo recordar el apellido de dos colaboradores: el Sr.Banús y el Sr. Almendra.

 

Podría afirmar que, en su momento, fue el almacén más importante.   La foto así lo muestra. El primer caballero de la derecha, de traje oscuro, es mi abuelo, Bartolomé Antola.

Podría afirmar que, en su momento, fue el almacén más importante. 

La foto así lo muestra. El primer caballero de la derecha, de traje oscuro, es mi abuelo, Bartolomé Antola.


Fuente: Sabores del Ayer

miércoles, 1 de enero de 2025

Medalla de la logia 13 de noviembre de la población de Gálvez




Medalla de miembro de logia, en este caso pertenece a la logia 13 de noviembre de la población de Gálvez.
Fecha aproximada 1909 - 1912.

Solamente la usaban los miembros que pertenecieren a esa logia.
Es una medalla del rito azul, el mismo se separó del rito de la gran logia argentina aproximadamente entre los años 1902 y 1918.

El número de logia en el registro del rito azul es el NRO 156.


Cualquier info que puedas agregar dejala en los comentarios...

martes, 31 de diciembre de 2024

Nota 2 de Edmundo Escolá año 1934 - Bandera de largada para una historia de lujo


 En grandes titulares los diarios porteños, rosarinos y santafesinas comentaban y destacaban las competencias motociclísticas
que el 25 de agosto de 1934 se llevarían a cabo en una casi ignorada población del centro del país: Gálvez. El día indicado amaneció lluvioso, frío y con fuerte viento, lo que indudablemente resto presencia de público, pero igualmente se congregaron más de 5000 espectadores a razón de $1 la entrada para caballeros y de $0,50 para damas y menores.

El escenario estaba trazado a unos dos km al NO del pueblo y circundaba uno de los característicos cuadrados de campo, próximo a las vías del ferrocarril que llevan a la ciudad de San Francisco; una referencia para localizarlo era su cercanía con la ladrillería Ramatti.

Angel Dall Pastro antes de la largada. Fue el primer competidor en el historial del motociclismo galvense que recibió el banderazo como triunfador.

Media 4444 metros y una pasarela (al más puro estilo de la que se levantaba en la pista de las famosas 500 Millas de Rafaela) cruzaba la recta principal, sirviendo de cómodo palco a los fiscalizadores que venían de Buenos Aires, porque se corría bajo la tutela de la Comisión Deportiva Motociclista, que a la vez era delegación de la Federación Internacional de Clubes Motociclistas con sede en Suiza.

Volviendo al tema del circuito, cuando debe tratarse el alquiler del terreno para construirlo, se menciona a personas de apellido Constantino y Giovanini como propietarios, en las actas del Sporting.

Esa primera jornada de motociclismo concitó enorme interés entre los participantes, que luego elaboraron un interesante espectáculo durante el desarrollo de la prueba. El gobernador de la provincia, Dr. Luciano Molinas, asistió a la fiesta y fue el encargado de dar la señal de partida a la carrera más importante de la tarde. En esa oportunidad se registraron los siguientes resultados:

Categoría hasta 350 cc.: (llamada también Fuerza Limitada): 1º Angel Dall Pastro con Norton; 2º Ignacio Rébora con A.J.S.; 3 Bruno Ruggero con Guzzi.

Categoría Fuerza Libre: 1º Antonio Fiume de Santa Fe, con Norton; 2º Mario Farrugia de Rosario, con Norton; 3° Carlos Richart con Rudge; 4º Carlos Concari de Rosario, con Norton. Récord del circuito: 132 km por hora.

La revista "El Gráfico" dedicó un espacio a comentar el evento y su periodista hizo conocer que el piloto Pablo Boccia sufrió un accidente en la primera carrera, lo que le impidió seguir compitiendo; a su vez el porteño Aquilino Guiral se fracturó una clavícula cuando rodó durante la disputa de la Categoría Mayor. 

El resonante éxito y los elogiosos comentarios de la prensa, hicieron que de inmediato los dirigentes del Sporting se abocaran a la tarea de programar su 2° Certamen. Ese es el tema de la próxima nota que llevará por título: "1935 - Final con electrizante llegada".

por Edmundo Escolá

lunes, 23 de junio de 2014

USINA ELÉCTRICA MUNICIPAL




Belgrano y Sarmiento


miércoles, 11 de junio de 2014

¿Donde es? Si lo sabés escribí tu comentario.


 Foto1


Foto 2


Foto 3

calle Rivadavia



Comisaría y Juzgado (según se puede apreciar en la foto)

Bar Santa Anita… La Catedral del Café…


Transcripción texto Inés Villalonga de Barbaglia.

El nombre Santa Anita está desde el año 1939, nosotros comenzamos el 2 de enero de 1971 hasta el 31 de mayo de 2010 o sea… 40 años, toda una vida.

Pasó mucha gente en estos años, pero los más reconocidos fueron, Elvio Garioni , “Manungo” Martínez, “Pecho” Teixido y en el último tramo Dante Canclini y Fabián Juárez.

Nuestro fuerte siempre fue “el café”, por eso nuestro slogan era “la Catedral del Café”, también eran famosos los copetines de la tardecita, estaban los clásicos “cubano dulce”, “seco radical” o “el Alexander” entre otros.

Cada año nos preparábamos para los encuentros de coro de distintos países, eso era realmente una fiesta y los encuentros de teatro. Pasaron muchos artistas famosos (nos arrepentimos de no tener una foto con alguno de ellos) desde Rosanna Falasca hasta Horacio Guarany, muchos quedaron en el camino.

Palabras de Mingo Pietroni sobre Santa Anita:

De Confitería Santa Anita años de emociones compartidas. Miranda Garioni, Manungo Martinez, Pecho Teixidó que mozos amigos compartiendo nuestras vidas. La categoría del lugar la marcaba su exquisito café y la vigencia continúa en la Catedral. En la vereda presentes tradicionales lustradores de zapatos y Clarita pregonera de la suerte vendiendo billetes de lotería.



 

 

 

Fuente: https://www.facebook.com/ceda.municipiogalvez/

Moreno y San Martín


calle 25 de Mayo


Ferrocarril





Galpones de máquinas y playa ferroviaria F.C.C.A (hoy G.B. Mitre)
(foto gentileza de Héctor Carlos Cossettini)



Año 1910 - Vista de la Estación de la Compañía Francesa de los Ferrocarriles de la Provincia de Santa Fe (luego F.C. Belgrano) 


Cine Moderno